Un trastorno alimentario aún desconocido por nosotros, pero que recientemente se ha bautizado bajo el nombre de Síndrome del comedor selectivo es aquel que se caracteriza por incluir en su dieta menos de 10 alimentos durante un mínimo de 10 años.
Habitualmente, la persona afectada presenta otros trastornos de la conducta alimentaria asociados y rasgos de un síndrome obsesivo- compulsivo. Este síndrome puede ser tan grave y nocivo como una anorexia o bulimia.
Esta enfermedad suele presentarse en la infancia, y se puede originar como consecuencia de problemas psicológicos, carencia afectiva, fobias o traumas emocionales. Aunque también puede producirse a causa del abandono de ciertos alimentos porque se consideran poco saludables, o muy altos en calorías.
A pesar de ser un síndrome difícil de detectar, quienes lo padecen presentan algunos de los siguientes rasgos:
- Consumen menos de 10 tipos de alimentos.
- Pasan poco tiempo con otras personas o en actividades sociales, debido a que lo que ingieren es incompatible con lo de otras personas.
- No comen fuera de casa porque les resulta imposible incluir más alimentos de los que habitualmente consumen.
- Además de la selección alimentaria, presentan rituales de limpieza excesiva, orden absoluto u otras conductas con rasgos obsesivos.
La persona que constituye un comedor selectivo puede tener serias consecuencias sobre su salud a causa de la alimentación monótona, la cual puede ocasionar carencias nutricionales y posteriormente, enfermedades por falta de vitaminas, minerales y calorías dietarias.
Además de los problemas fisiológicos que este trastorno puede causar a los afectados, existen consecuencias psicológicas y emocionales que deben tratarse junto a una terapia nutricional para revertir el síndrome con éxito.
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