Hasta hace algunos años los trastornos alimentarios más frecuentes que por lo general se diagnosticaban era anorexia y bulimia. Sin embargo, este nuevo siglo nos a recibido con patologías nuevas, algunas un poco curiosas y hasta extravagantes, pero todas con un denominador común, son nocivas para la salud. Hacemos un repaso de cinco de ellas.
Drunkorexia. Este tipo de trastorno incluye a aquellas personas que saben que el alcohol impide el uso de las grasas por parte del organismo, por lo cual limitan su ingesta calórica con el objetivo de poder beber más alcohol . De esta forma, al no poder utilizar esas grasas directamente no las almacenan. Esto constituye un grave error, ya que las calorías del alcohol son vacías, no le sirven de mucho al organismo. Además, no debemos olvidar que nuestro cuerpo también necesita de minerales, vitaminas y nutrientes para funcionar correctamente.
Comedor nocturno. Hace unos días hablamos sobe este problema. Estas personas no pueden dormir por la noche debido a nerviosismo o ansiedad por lo que se levantan a comer, ya que es lo único que los calma. Sin embargo, con esto solamente agravan el problema de la obesidad y crean más ansiedad.
Ortorexia. Esta es una preocupación excesiva por comer sano. La persona tiene una obsesión por contar las calorías, conocer las cantidades de hidratos y grasas que consume y opta por consumir solo productos orgánicos, no manipulados por el hombre. El problema es que la persona acaba desnutrida, ya que no consume las suficientes calorías y nutrientes que su cuerpo necesita.
Permarexia. Este incluye a aquellas personas que están siempre a dieta, y hacen todas aquellas dietas que famosas hacen que aparecen en revistas. Puede decirse que son adictas a las dietas, por lo general son personas que buscan prestigio y reconocimiento social.
Comedor selectivo. Estas personas restringen los grupos alimenticios que consumen, ya sea por manía o capricho, limitando de esta forma los nutrientes que reciben, lo cual se traduce a problemas muy graves.
Estos son algunos de los trastornos con los que el siglo XXI nos recibió, los mismos son un problema grave que cada vez se cobra más vida. Una vez más resaltamos la importancia de una buena alimentación para mantenernos saludables, evitando todo tipo de excesos.