Es muy frecuente que en invierno, con las bajas temperaturas, los deseos de comer fruta fresca o una variada ensalada, decaigan un poco, por eso, reducimos su ingesta drásticamente.
Sin embargo, esto no debería suceder en el marco de una dieta equilibrada, por eso, te damos algunas opciones para incluir frutas y verduras en invierno.
Las frutas, además de consumirlas frescas pero naturales es decir sin refrigerar para que no estén tan frías, podemos consumirlas horneadas, grilladas, en compotas o en almíbar. Así, podemos disfrutar de unos ricos duraznos en almibar, de unas peras en compota o de unas manzanas asadas. También podemos usar frutillas para rellenar un tibio panqueque o para acompañar una avena con leche tibia recién preparada.
Con las verduras es más fácil aun, sólo debemos poner en práctica nuestra creatividad, ya que podemos elaborar ensaladas tibias con vegetales cocidos, podemos consumir verduras en una sopa, en un budín o tortilla, así como también, elaborar tartas de espinaca, acelga, calabaza, choclo, zapallitos, brócoli y muchas más hortalizas.
También podemos consumir verduras grilladas, salteadas o al vapor, que son los métodos con los que más crujientes quedan las verduras y conservan más sabor, color y nutrientes.
Por supuesto, también podemos agregar más vegetales a nuestro estofado o guiso y hasta elaborar una salsa para pastas a base de vegetales únicamente.
Estas opciones demuestran que el frío no tiene por qué ser una excusa válida para reducir o erradicar en nuestra dieta, las frutas y verduras.
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