Las grasas cumplen un rol fundamental como parte de nuestra dieta y, aunque se necesitan en pocas cantidades, no pueden estar ausentes de la misma. Sin embargo, es importante saber elegir aquellas grasas cuya composición beneficia la salud de aquellas otras que, por el contrario, pueden resultar perjudiciales.
Ya hemos oído hablar muchas veces de las grasas cardiosaludables, como son los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, entre ellos, los omega 3 y los omega 6.
Entre los alimentos que contienen este tipo de grasas, encontramos los aceites vegetales, las aceitunas, el pescado, el aguacate o palta, las semillas y las frutas secas.
Estos últimos, como son las nueces, las almendras, las avellanas o el maní, han sido durante mucho tiempo, alimentos considerados poco saludables debido a su alto valor calórico. Sin embargo, las frutas secas son muy beneficiosas para la salud, sólo deben consumirse con moderación.
Los expertos aconsejan consumir entre 10 y 30 gramos de frutos secos a diario, pero siempre en reemplazo de otras grasas de la dieta con la finalidad de no incrementar las calorías ni sobrepasar la ingesta de grasas recomendadas en la misma.
Las frutas secas, sobre todo las nueces, tiene un alto contenido de omega 3, asi como de vitamina E, selenio, fibra y proteínas de origen vegetal. Por lo tanto, protegen la salud del corazón, actúan como antioxidante en todo el cuerpo, brindan gran saciedad a pesar de su alto valor calórico, refuerzan las defensas del organismo y mejoran el funcionamiento cerebral.
Entonces, no debemos dejar de incorporar estos alimentos, por ejemplo, en reemplazo del aceite de una ensalada, podemos agregar nueces a la misma, ya que con sólo un pequeño puñadito al día cubrimos las necesidades de grasas del cuerpo y reforzamos nuestra salud.
Fuente: periodistadigital.com
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