La obesidad es una enfermedad en aumento en todo el mundo y ya se considera la pandemia del siglo XXI. Por otro lado, el calentamiento global es un problema en crecimiento que preocupa a la población mundial.
Ambas situaciones que hasta el momento se creían paralelas pero sin nada en común, hoy se creen que pueden estar fuertemente asociadas debido a que la obesidad podría contribuir al calentamiento global.
Un equipo de expertos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, afirma que las personas con sobrepeso u obesidad requieren de más energía para trasportarse y de más alimentos para consumir, por lo tanto, incrementan el problema del calentamiento global del planeta.
La mayor demanda de combustible por parte de los individuos con sobrepeso, se suma a la escasez de alimentos y al mayor precio de la energía, y ambas circunstancias agravan el panorama del planeta.
Los investigadores hallaron que las personas obesas requieren un 18% más energía que aquellos individuos con IMC normal, es decir, las personas con exceso de peso requieren 1.68 calorías para mantener la energía normal, mientras que los individuos de peso normal sólo necesitan 1.28 calorías para efectuar sus actividades diarias.
A su vez, las personas delgadas comen menos y son más propensas a realizar más actividad física y caminar más para trasladarse, entonces, reducirían el uso de vehículos como autos, colectivos u otros como medio de transporte. Así, las personas delgadas consumen menos combustible y demandan menos de la agricultura.
Esto también se traduce en grandes beneficios debido a que el 20% de los gases que generan el efecto invernadero provienen de la agricultura.
Así, los investigadores proponen dar un próximo paso para determinar numéricamente cuánto está contribuyendo la población más pesada al cambio climático, precios de combustibles y la escasez de alimentos.
Si bien todos los planteos son lógicos, considero que las afirmaciones no deberían responsabilizar a los enfermos de obesidad por los cambios climáticos que vivimos, ya que somos culpables todos del ambiente en que habitamos, y por ello, también existen personas que enferman de obesidad a causa de la población que formamos.
Este hallazgo sólo debe estimularnos a prevenir y curar la obesidad y, al mismo tiempo, a tomar acciones concretas a favor del medio ambiente.
Fuente: abc.es
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