Una investigación estadounidense ha detectado que los seres humanos somos capaces de percibir el peligro a través de nuestro olfato.
Luego de realizar una prueba con 12 voluntarios a los cuales se les expuso dos hierbas, se observó que, al principio ninguno de los participantes lograba diferenciar los olores. Sin embargo, luego de que se aplicaran descargas eléctricas tras sentir el aroma de una de las hierbas, los evaluados pudieron diferenciar sin dificultad ambos olores.
El estudio sugiere que nuestros antepasados desarrollaron esta habilidad para mantenerse alejados de los predadores, es decir, constituía una estrategia de supervivencia.
Según los expertos, el ser humano tiene una gran habilidad para percibir el ambiente que nos rodea y detectar «algo» que puede ser importante para nuestra vida o supervivencia.
En la reciente investigación se visualizaron claras diferencias, antes y después de aplicar las descargas eléctricas, en un área del cerebro denominada cortex olfativo. Según la doctora Geraldine Wright, de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, que ha realizado trabajos similares con animales, los seres humanos tenemos un sistema olfativo diseñado de la misma forma.
Por lo tanto, nuestro olfato y su sensibilidad no sería inferior al de otras especies y si los olores percibidos se asocian a un peligro, el cerebro lo recordará rápidamente para evitar la amenaza.
¿Será este nuestro sexto sentido? quizá a través del olfato nuestro organismo percibe no sólo el peligro, sino también algunas otras emociones fuertes o circunstancias que se asocian a cuestiones importantes en nuestras vidas. Si esto es así, nuestro sentido diseñado para asegurar nuestra supervivencia durante la evolución del ser humano podría guiarnos sin dificultad, siempre y cuando ya hayamos experimentado, conjuntamente y con anterioridad, «esa» circunstancia y «ese» aroma.
En mi opinión, es claro que según el estudio, siempre tenemos que haber pasado por el peligro primero para luego poder reconocer su olor. ¿No? Sino, no podríamos asociar nunca un aroma a una amenaza. ¿No les parece?
Entonces, el olfato sólo nos permite recordar ese «olor a peligro». Pero dista mucho de ser parecido al sistema olfativo de los animales, que más allá de recordar pueden detectar instintivamente cuando existe, o no, una amenaza.
Fuente: bbc