Sufrir obesidad no sólo implica grandes riesgos para la salud de quien la padece, sino que en el caso de las mujeres embarazadas, los efectos negativos sobre la salud pueden trasladarse al bebé en gestación.
Ya se sabe por investigaciones previas que las madres embarazadas que padecen obesidad tienen más complicaciones durante la gestación, así como en el momento del parto. Además, el sobrepeso durante el embarazo multiplica el riesgo para el bebé.
Los defectos en el tubo neural como es la espina bífida son condiciones frecuentes ante la falta de ciertas vitaminas y nutrientes esenciales durante el embarazo, pero hoy se sabe que el exceso de peso de la madre en el período de gestación, también puede ser un factor de riesgo para dicha anomalía.
Los investigadores examinaron varias decenas de estudios previos acerca de la relación entre la obesidad de la madre gestante y los defectos congénitos en el recién nacido, concluyendo que el riesgo absoluto de sufrir un defecto en el tubo neural o una anomalía cardíaca grave es de 0.47 y de 0.61, respectivamente, por cada mil nacimientos en una mujer obesa en comparación con una mujer cuyo peso corporal es normal al inicio del embarazo.
Debido a que las cifras de obesidad continúan creciendo en todos los países del mundo, es de gran relevancia confirmar la asociación antes dicha, para reducir las probabilidades de que los niños nazcan con defectos congénitos tales como labio leporino, hidrocefalia, anomalías cardiovasculares, reducción anómala de las extremidades, espina bífida u otros.
Además, la obesidad es una enfermedad con severas consecuencias sobre la salud del individuo afectado, así como sobre el desarrollo del bebé en gestación, por lo que todos debemos tomar conciencia de la gravedad de padecer un exceso de peso y de grasa corporal, así como de que con sólo introducir pequeños cambios en nuestra vida podemos revertir dicho sobrepeso.
Fuente: yahoo.com
En BlogNutrición: Obesidad abdominal en el embarazo y mayor riesgo de defectos congénitos