Dentro de las preferencias alimentarias de las personas, existen individuos que escogen unas papas fritas en lugar de una manzana y si bien se sabe que la genética influye, hoy se podría conocer el gen específico responsable de la predisposición a las comidas grasas.
La investigación realizada en Escocia evaluó a niños y halló que quienes tenían una variante común del gen tendían a comer en exceso alimentos con muchas calorías, por lo que consumían alrededor de 100 calorías extra por comida, lo cual puede significar un incremento de peso a largo plazo.
En estudios previos se descubrió una asociación entre la obesidad y dicho gen, llamado FTO, pero hasta el momento no se conocía con exactitud el vínculo, por lo que los investigadores intentaron saber si el FTO influye en el comportamiento alimentario o si interviene en el metabolismo reduciendo la quema de calorías.
Finalmente, se concluyó que los niñps de entre 4 y 10 años evaluados que tenían una copia de dicha variante tenían un 30% más de probabilidades de desarrollar obesidad, mientras que en quienes tenían dos copias, el riesgo de padecer la enfermedad ascendía a un 70%.
Después de confirmar el vínculo, les ofrecieron a un grupo de 97 niños tres comidas distintas en la escuela y se pudo observar que el metabolismo, el nivel de actividad física y la cantidad de alimento ingerido no fue diferente entre quienes poseían el gen FTO y quienes no. Pero si se encontró que los niños con la expresión genética antes dicha comían alimentos más calóricos.
Sin embargo, ésto no debería ser la causa de obesidad si el ambiente no es propicio, es decir, aún escogiendo los alimentos más grasos, podemos mantener un equilibrio energético que no favorezca el aumento de peso.
Entonces, realizando actividad física e incluyendo la moderación en la alimentación, podemos mantener bajo control éste y muchos más genes que seguramente están involucrados en el desarrollo de obesidad.
Es decir, si la combinación entre genes y ambiente es propicia, por supuesto se desarrollará un exceso de grasa y surgirá la obesidad, de lo contrario, los genes no tendrán el lugar necesario para expresarse y concretar sus efectos en la salud de las personas.
Fuente: terra.com
En BlogNutrición: La obesidad: ¿enfermedad contagiosa?
1 comentario