En los últimos años las bebidas deportivas han ganado gran popularidad, por lo que muchas marcas se han propuesto producirlas. Si bien al principio las mismas solamente se encargaban de hidratar al deportista y no tenían ningún tipo de agregado que producirla otros efectos, hoy en día las cosas son muy diferentes. Por tanto, es importante si vamos a adquirir una que miremos con detenimiento la etiqueta de la misma.
Se debe tener cuidado con cuáles se consumen ya que muchas de estas son básicamente agua con azúcar y aditivos. Lo cual no coincide con lo que el deportista necesita, a este le interesa en los azúcares sean de rápida absorción y estén en cantidades óptimas, ya que un exceso puede alterar los procesos de absorción. Esto puede influir en que el deportista se fatigue antes o que no se recupere correctamente.
Por otro lado, también es muy importante estar atentos a los niveles de sodio, ya que, como sabemos, el mismo mejora la renteción de agua en las células y evita la deshidratación. Lo óptimo es que las mismas posean entre 3,5-4,5 gramos por litro. Estos son valores mayores a los que normalmente bebemos en el agua, lo cual está bien, ya que estamos perdiendo más sodio de lo normal al ejercitar y necesitamos recuperarlo.
En caso de que no queramos arriesgarnos con este tipo de bebidas también tenemos la opción de preparar una nosotros mismos, comprando preparados en polvo y mezclándolos con agua. Un último punto que queremos resaltar es que este tipo de bebidas no tienen mucho sentido en prácticas que duran poco o en las que no se necesite rendir o reponer tantos minerales, en estos casos lo mejor es beber simplemente agua.
Teniendo en cuenta estos puntos podremos elegir la bebida indicada para nosotros y recuperar los nutrientes que nuestro cuerpo perdió exitosamente.
¡Mucha suerte!