Hoy vamos a tratar un poco el tema de la digestión en relación con los deportes. La digestión es un proceso que se desencadena en el organismo cuando comemos. El mismo permite que aprovechemos al máximo los nutrientes que podemos extraer de los alimentos.
La digestión requiere de tiempo, energía y recursos de parte del organismo. Es por esto que, durante la misma la concentración de sangre del cuerpo disminuye, pues aumenta en el aparato digestivo. Por lo tanto, disminuye en el resto del cuerpo, esto hace que sea muy importante tener cuidado a la hora de hacer deportes, ya que de otra forma nos puede traer graves consecuencias.
Todas las actividades que realizamos con nuestro cuerpo necesitan de un aporte extra de energía, por tanto mayor flujo sanguíneo en esas zonas, ya que, los músculos necesitan recibir oxigeno para aprovechar al máximo la energía. Es por esto que, durante la digestión, hay mayor acumulación de sangre en el estómago, intestinos, páncreas, hígado y demás órganos que componen el aparato digestivo. Es por causa de esto que cuando comemos nos entra una sensación de relajación y somnolencia, pues el flujo sanguíneo en el resto del cuerpo disminuye.
En el caso de que hagamos ejercicio durante la digestión, como correr o algún otro esfuerzo muscular elevado, estos músculos del cuerpo necesitaran recibir más sangre para poder desempeñarse efectivamente, más aún cuando las piernas están implicadas. Ya que el requerimiento sanguíneo de estas es mayor. Por tanto, debemos tener en cuenta la incompatibilidad que se produce con el proceso digestivo.
Es por esto que, cuanto más alimento ingiramos a la hora de realizar actividades deportivas, menos cantidad de sangre tendremos a disposición para ejercitarlos. Si además forzamos los músculos que intervienen en el ejercicio para que rindan más, esto podría resultar en problemas para con el organismo. Pues, parte de la sangre que se encuentra participando en el proceso digestivo tendrá que traspasar hacia esos músculos, causando que se congele el proceso digestivo.
Esta es una de las consecuencias de hacer ejercicio con el estomago lleno. Otra puede ser que no contemos con la fuerza necesaria para afrontar el ejercicio.
Es por esto que conviene terminar con el proceso digestivo antes de someternos a algún tipo de ejercicio.
En BlogNutrición: Un falso mito del ejercicio.