Aunque reconocemos que no se trata de un producto mágico porque simplemente la magia no existe al momento de perder peso, el glucomanano es una opción natural que ayuda a adelgazar incrementando la saciedad al ocupar volumen en el estómago sin aportar calorías.
El glucomanano es un polisacárido que no se digiere en el aparato digestivo, es una fibra que deriva de un tubérculo de origen asiático y es capaz de absorber hasta 100 veces su volumen en el agua, lo cual forma un gel espeso que ocupa lugar en el estómago y puede calmar el apetito sin aportar calorías.
Se debe consumir con líquido para que el volumen del glucomanano en el estómago se incremente y así, distienda a este órgano provocando saciedad. Es una solución parcial cuando no se lograr calmar el apetito pero se necesita perder peso. Entonces, ante la ingesta restringida podemos conseguir saciedad con ayuda de esta fibra.
Además, al tratarse de una fibra regula el transito intestinal al incrementar el volumen de las heces y algunos estudios han demostrado que ayuda a reducir el colesterol malo o LDL, por lo que puede ser además de una natural ayuda, algo que beneficie la salud.
Eso sí, está contraindicado en caso de estenosis esofágica, pilórica o intestinal y como efecto secundario puede producir hinchazón abdominal y flatulencia.
El glucomanano se debe ingerir por boca con abudante líquido y se consigue en farmacias en forma de cápsulas o en sobres en polvo. Siempre es recomendable que la indicación de su ingesta la realice un profesional conocedor del tema, ya que puede no ser útil y afectar la absorción de otros medicamentos.
Entonces, sólo un profesional puede evaluar el caso particular en que su ingesta es de ayuda para adelgazar.