Las aguas saborizadas han colmado el mercado en el último tiempo, tal es así que hoy en día son la principal competencia a la venta de gaseosas. Sin embargo, estas aguas que tan naturales parecen y que se promocionan como «livianas» no siempre son lo que muestran por fuera y culminan confundiendo a la gente.
En realidad, la mayor parte de las aguas saborizadas, excepto aquellas que especifican ser sin azúcar ni calorías, tienen casi igual porcentaje de azúcar y aportan el mismo valor calórico que una gaseosa tradicional.
Por eso, debemos tener cuidado con las aguas saborizadas y comprender que no todas son acalóricas, sino que sólo aquellas sin azúcar, endulzadas artificialmente, son apropiadas para beber si queremos adelgazar y pueden consumirse a diario.
Por el contrario, muchas de las aguas que encontramos en el mercado, poseen azúcar, muy bajo porcentaje de jugo de fruta y aportan alrededor de 60 calorías por vaso, lo cual indica que no son recomendables para beber a diario, tal como si fuera «agua» únicamente.
La denominación «agua saborizada» confunde, y más aun si se promocionan como livianas y naturales, por lo tanto, esto es un aviso a todos aquellos que han consumido hasta el momento las aguas saborizadas como si fueran simplemente agua, porque en realidad, son más similares a una gaseosa que a un jugo natural o agua envasada sin gas.
Para que dimensionemos un poco, si a diario bebemos un litro de agua saborizada tradicional (con azúcar y aporte energético) estaremos consumiendo alrededor de 300 calorías sólo por su ingesta.
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