Un nuevo estudio sugirió que el tabaquismo puede generar cambios estructurales y funcionales que podrían tener un potencial efecto negativo sobre el músculo esquelético, aún cuando la persona no tiene enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Los músculos esqueléticos son aquellos que se encuentran unidos al esqueleto y se contraen para producir movimiento ejerciendo fuerza sobre los huesos y articulaciones. El tabaco contiene más de 4700 químicos que son potencialmente dañinos para estos músculos.
El equipo de la doctora María Montes de Oca, del Hospital Universitario de Caracas, comparó el músculo vasto lateral, que se origina en la cadera y se extiende hasta a espinilla, en 14 individuos fumadores sin EPOC y 20 no fumadores saludables.
Los miembros que formaban parte de ambos grupos tenían un estilo de vida sedentario.
Los resultados del estudio mostraron una importante reducción de dos tipos de fibras musculares (componentes de los músculos) entre los individuos fumadores, comparado con quienes no consumían cigarrillos.
Además, se observó que los fumadores solían presentar cambios metabólicos perjudiciales como el desequilibrio de químicos oxidantes y antioxidantes, lo cual sugería un daño periférico de las fibras oxidativas entre los fumadores, indicaron los investigadores.
Los hallazgos también permitieron observar que el consumo de tabaco altera el proceso normal por el cual el organismo genera óxido nítrico, un químico que permite la vasodilatación (ayuda a abrir los vasos sanguíneos). Esta situación puede causar hipoxia (bajos niveles de oxígeno), que podría ser la explicación a la atrofia de las fibras observada en los fumadores.
Fuente: nutrar.com
1 comentario