La etapa de gestación de un niño es clave para su salud futura y gran parte de ésto queda demostrado en el peso al nacer del niño.
Estudios en Chile indican que para un desarrollo óptimo la talla ideal al nacer debe ser de 54 cm o más y el peso debe ser de 3.5 Kg, mientras que el momento del parto debería producirse en la semana 41 o 42 de gestación.
Además, si durante el embarazo la dieta es baja en proteínas, omega 3, minerales o vitaminas, el desarrollo del bebé no será adecuado y probablemente no alcance las cifras deseadas de los parámetros antes dichos.
Durante la gestación se definen aspectos de la composición corporal que van a influir en el resto de su vida, así como también, el embarazo es clave para el desarrollo neuronal y cognitivo del niño.
Por otro lado, los dos primeros años de vida también son importantes, y entre los nutrientes que más destacan y deben considerarse en la dieta de los niños se encuentra el zinc, el hierro y el calcio, fundamentales para un desarrollo y formación de músculos y huesos de manera adecuada.
Asimismo, una dieta hipercalórica tanto durante el embarazo como en los primeros años de vida, puede favorecer el rápido aumento de peso y ésto, contribuye al desarrollo de obesidad, diabetes y otras enfermedades cardiovasculares.
Es decir, desde la gestación debemos pensar en la prevención de enfermedades que condicionarán la vida futura del pequeño por nacer. Y después de ésto, es fundamental que la lactancia esté presente de forma exclusiva hasta los 6 meses, que se ingiera pescado, carnes magras, lácteos, frutas, verduras y que se reduzca el aporte de sal, azúcares y grasas en la dieta de los niños, porque condicionan el gusto por otros nutrientes más saludables.
Fuente: eluniversal.com
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