El estrés de los padres que protagoniza las familias actuales, frecuentemente se asocia a muchas alteraciones en los hijos, entre ellas, más riesgo de sobrepeso y obesidad, más riesgo de sufrir alergias y ahora se sabe, más probabilidades de padecer asma.
El nerviosismo de los padres y la ansiedad de los mismos, combinado con otros factores de riesgo tales como vivir en áreas contaminadas, aumenta las posibilidades de que los niños sufran asma.
Ya se ha dicho en estudios previos que las mujeres que sufren estrés durante el embarazo tienen más riesgo de padecer asma u otras alergias, además, entre los niños que sufren asma, el estrés o nerviosismo de los padres, multiplica los ataques de los más pequeños.
En ésta última investigación, se siguieron 2497 niños saludables de entre 5 a 9 años que estudiaban en escuelas primarias y se registraron cuáles de ellos tenían ataques de asma durante un período de 3 años.
Al finalizar el estudio, se observó que los niños con mayor exposición a aire contaminado tenían más riesgo de asma, pero el riesgo fue superior si sus padres estaban estresados o describían su vida como «incontrolable».
Los científicos creen que el estrés aumenta los efectos inflamatorios de las sustancias contaminantes del humo del tabaco o el aire sucio.
Tal es así que hechos perturbadores como mudanzas, nacimientos, muertes y separación de los padres aumentan en casi 5 veces el riesgo de que los niños padezcan asma.
En definitiva, el entorno familiar y afectivo, además de as condiciones ambientales, influyen más de lo pensado en el desarrollo de asma y la frecuencia de los ataques de la enfermedad.
Fuente: bbc.co
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Hola! Yo, más que de estrés hablaría de emociones. Una cosa va con la otra. Cuando hay estrés las emociones se viven mucho más intensamente. Cuando las emociones son muy intensas hay mucho más riesgo de somatizar, y más en niños que no tienen herramientas para dar gestionar a nivel mental, emocional lo que les supone una vida estresada con situaciones estresantes. Al no poder gestionar a nivel mental-emocional, se pasa al plano del cuerpo. Los adultos también lo hacemos. En el asma y alergias se sabe que hay un alto componente emocional que desencadena, si no la enfermedad en sí, los distintos brotes que pueden presentarse.
Hola!! si, es verdad, lo he vivido, en situaciones de nerviosismo o estres he perdido la voz, o he tenido dificultades respiratorias, creo una somatiza las emociones, mas aún si son negativas.
Seguro que uno somatiza todo lo que siente y experimenta, por ende, las situaciones estresantes no sólo culminan enfermándonos a nosotros, sino también, a quienes nos rodean.
Saludos!