En la nota anterior habíamos comenzado a hablar sobre un hábito muy común entre las personas, se trata de la costumbre de mascar chicle. En este caso estábamos hablando sobre las consecuencias de hacerlo mientras entrenamos, lo cual puede llegar a ser muy malo. Ya hablamos sobre cómo esta acción activa nuestro sistema digestivo y desvía la sangre hacia allí, ahora queremos mencionar algunos puntos más.
Uno de los grandes problemas que nos genera es que se nos hace difícil mantener una respiración constante, lo cual es necesario a la hora de realizar ejercicio, sobre todo en el aeróbico. Durante el ejercicio debemos inspirar por la nariz y expulsar el aire por la boca. Cuando estamos respirando de esta forma no se nos presenta ningún problema, el tema es cuando la intensidad de la actividad es elevada, por lo que también inspiramos aire por la boca. En este momento el chicle será un impedimento, ya que masticarlo nos evitará realizar una correcta inspiración y control de la respiración.
Por último, mencionamos que también corremos el riesgo de atragantarnos, ya que, estamos concentrados en la actividad que estamos realizando y en los músculos que estamos trabajando, dejando de lado lo que tenemos en la boca, y adoptando el movimiento de masticar como algo mecánico. Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos que la información te sea de gran utilidad.