La mayor parte de las dietas que no llega a buen término o no da los resultados esperados es destruida por un simple bocado. Es decir, hoy por la mañana comí una «no planificada» galleta dulce y entonces, todo mi día está fracasado, por eso, puedo continuar el día comiendo de todo.
Ésta es la premisa que muchos siguen después de cometer «un pequeño error» en su día, y por esta razón, nunca podremos esperar buenos resultados si por no asistir un día al gimnasio, abandonamos la actividad física de toda la semana.
El sentimiento de que nos hemos defraudado a nosotros mismos por comer un pequeño bocado que «no deberíamos» es lo que, frecuentemente, nos lleva a tirar todo a la basura.
Sin embargo, no es un error comer un simple galleta dulce, o un jugo rico en azúcar por la mañana, sino que el grave error es comer un pequeño bocado y continuar con otro, y otro y otro.
En cualquier dieta de adelgazamiento puede suceder que usted come algo que no está indicado, pero esta no debe ser la puerta que la lleva al abandono de su día para perder peso, sino que usted debe frenar aquí y no ignorar que ha comido un bocado ajeno, sino recordarlo para no volver a hacerlo durante el resto del día.
De esta forma, su dieta continuará siendo reducida en calorías y aún comiendo un bocado que no estaba previsto, podrá perder peso de manera saludable.
De igual manera sucede con la actividad física, ya que si usted no asiste un día a la clase de gimnasia y entonces, abandona su ejercicio por toda la semana, reducirá significativamente su gasto calórico. En cambio, si sólo deja pasar ese día y retoma su actividad al día siguiente, el balance calórico será mucho más favorable para adelgazar.
Concluyendo, recuerda: un tropezón no es caída, no conviertas tú a un pequeño bocado en un gigante que destruye tu dieta.
En BlogNutrición: La organización puede salvar su dieta
En BlogNutrición: Cómo frenar la ingesta de calorías involuntarias