Seguramente conoces el dicho que dice que hay que desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo. Hoy vamos a centrarnos en esta última parte del dicho y te contamos cuáles son las razones por las que esta frase es muy aplicable y nos puede ayudar a mantenernos en buen estado físico.
Este refrán está lleno de verdades, sabemos que cuando más energía debemos meter en el cuerpo es durante el desayuno, ya que las necesitaremos para el resto del día. Debemos tener en cuenta además que hemos estado durmiendo siete u ocho horas, en las cuales no hemos metido nada al cuerpo así que debemos recargarlo con un buen desayuno.
En el caso de la cena sucede exactamente lo opuesto, generalmente nos vamos a acostar después de cenar, o no más de dos horas después, por tanto, si lo pensamos, no tiene sentido recargar todos nuestros depósitos de energía ya que al estar descansado no vamos a utilizarlas. Esta energía inutilizada probablemente se convierta en grasa. Por tanto, lo ideal es comer lo justo, dejando de lado a los hidratos simples e incluso los complejos que nos recarguen demasiado y en su lugar comer alimentos más proteicos.
Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad y te permita cuidar mejor de tu figura, suerte!