El consumo de té verde y un gel derivado de las frambuesas constituyen promesas que permiten pensar en alternativas de tratamiento para diferentes tipos de cáncer.
El doctor Greg Jardine, co-autor de la investigación en la cual se estudio el nivel de reducción de los tumores de próstata en ratones, señala que la comida puede ser una ayuda fundamental dentro de la medicina.
En un ensayo realizado en humanos y presentado en la Sexta Conferencia Anual de Investigación para la Prevención del Cáncer, realizada recientemente en Filadelfia, se encontró que la utilización de frambuesas negras es vital para la elaboración de un gel que contiene propiedades curativas de las lesiones orales, a fin de evitar que éstas evolucionen a tumores.
Asimismo, un segundo ensayo realizado en roedores, postuló que el té verde es muy beneficioso para prevenir el cáncer de colon.
La doctora Susan Mallery, odontóloga, explicó que se seleccionaron 30 pacientes para el primer ensayo, 20 con lesiones orales precancerosas y 10 sanos. A todos se les indicó la colocación del gel elaborado a base de frambuesas varias veces al día. Luego de 6 semanas se observó una reducción de las lesiones en el 35% de los voluntarios y ninguno de ellos reportó efectos adversos.
Si bien se desconoce la causa del beneficio, la científica consigno que las responsables de la acción beneficiosa serían las mismas sustancias que le brindan a las frambuesas su color intenso.
La investigación acerca de los beneficios del té verde, estableció que los polifenoles del té permiten la reducción de hasta el 45% de los tumores de cáncer de colon. Aunque los responsables del ensayo aclararon que, para lograr este efecto en seres humanos habría que consumir, probablemente, entre 4 y 6 tazas al día.
En una investigación presentada en el año 2005 en la publicación Journal of Neuroscience, investigadores de la Universidad del Sur de Florida, determinaron que un compuesto antioxidante del té verde, ayuda a combatir la degeneración de las neuronas propias del mal de Alzheimer.
Para el estudio los especialistas inyectaron durante varios meses galato de epigalocatequina-3 (EGCG, por sus siglas en inglés) en roedores. Esta sustancia antioxidante provoca la disminución de la proteína b- amiloidem, responsable de la formación de las placas que se presentan en el cerebro de quienes padecen Alzheimer.
Luego de varios meses de inyecciones constantes en ratones, que habían sido inducidos a desarrollar una enfermedad genéticamente igual al Alzheimer, presentaron una reducción del 54% en la formación de placas degenerativas.
Fuente: nutrar.com
2 comentarios