Uno de los grandes problemas a la hora de entrenarnos y perder todos esos kilos de más es la constancia. Nos resulta muy difícil concurrir de forma asidua al gimnasio y generalmente terminamos haciéndolo muy cerca del verano, por lo que no nos dan los tiempos para quemar las grasas extras.
Por lo general las temporadas en que hay colas para las máquinas de aparatos son tres, una de ellas es en septiembre-octubre, cuando termina el verano y nos damos cuenta de que debemos ponernos en forma. Otra época es enero-febrero, al acaba ras fechas navideñas una vez más nos vemos en la necesidad de quemar las grasas y extras, y por último, en mayo, la época preplaya.
Por lo general se comienza el gimnasio con pretensiones a corto plazo, es muy sencillo apuntarse e igual de fácil dejar de ir. Los motivos de abandono más usales suelen ser: no lograr acostumbrarse a la rutina, la pereza, falta de profesionalismo en el monitor del gimnasio, problemas personales o el aburrimiento. Para evitar que esto nos suceda los primeros meses son claves, los mismos pueden traernos muchos cambios buenos, como perder algunos kilos o lograr tonificación. Por eso, te animamos a darle un poco de tiempo y a tu cuerpo y esperar a que este responda antes de pensar en abandonar, ¡quizás esto te ayude a continuar yendo!