Por lo general cuando salimos de vacaciones a otro país o a algún lugar muy lejos optamos por el avión como medio de transporte, le problema es que muchas veces la falta de costumbre o el hacer un viaje por muchas horas puede causarnos un trastorno alimenticio. Por eso, hoy te damos algunos consejos para tratar este problema, ¡presta atención!
Primero que nada, es importante intentar alimentarnos de forma ligera antes del viaje, por ejemplo, podemos optar por una ensalada, fruta fresca, sopas de verduras, pollo asado, entre otras cosas. Además, durante el viaje debemos evita las comidas grasas y abundantes, así como embutidos, fritos, congelados, bollería y alimentos enlatados.
Por otro lado, es recomendable prepararnos antes del viaje y poco a poco transformar nuestros horarios a los del lugar que vamos a viajar, de esta forma el cambio no será tan brusco. Además, ten en cuenta que volar puede dehidratarte, por tanto, bebe mucha agua y alimentos que contengan gran cantidad de líquidos.
También es importante que mantengas un consumo moderado de café y evites el alcohol, ya que el mismo contribuyen a la deshidratación y alteran el sueño. Algo que puede ayudarte es hacer «ejercicio» durante el viaje, como puede ser estirar la espalda, los brazos o piernas.
Por último, al llegar a destino hay algunas particularidades que debes cosniderar, como cuidar la higiene de lo que consumes, beber siempre agua embotellada y recordar que algunas comidas te ayudan a afrontar los cambios climáticos. Como las frutas frescas, verduras, zumos naturales, los vegetales de hoja verde, tomates crudos, cereales integrales, las almendras, los cacahuetes, la miel, el aceite de oliva virgen y, sobre todo, el agua.
Si tienes en cuenta estos puntos podrás afrontar de mejor forma el viaje cuidando de tu salud, ¡suerte!