Existen diferentes tipos de dietas, algunas con resultados instantáneos y otras a largo plazo, es muy importante que analicemos cualquier tipo de dieta antes de ponerla en práctica, ya que, si bien algunas puede que se vean muy tentadoras, pueden traernos grandes problemas de salud. Hoy vamos a hablar sobre dos de ellas, las proteinadas y las hipocalóricas.
Vamos a comenzar con las dietas proteinadas, en las misma se consume un bajo o muy bajo contenido de hidratos de carbono, el cual es sustituido por proteínas. La dieta será más o menos estricta dependiendo de los resultados que queramos lograr, en el caso de las más estrictas el consumo de hidratos es prácticamente inexistente y debe llevarse a cabo durante períodos de tiempo breves.
Este tipo de alimentación puede traer problemas muy graves, la misma puede resultar metabólicamente perjudiciales, ya que, por causa de la gran cantidad de proteínas que se consumen los riñones o el hígado se sobrecargan.
Además, estas dietas no nos ayudan a modificar hábitos alimenticios, al ser tan cortas una vez que terminamos volvernos a comer como lo hacíamos antes y como consecuencia, subimos de peso nuevamente.
En el caso de las dietas hipocalóricas lo que se hace es controlar las calorías que se consumen, su objetivo es consumir una cantidad inferior de calorías a la que gastamos a diario, de forma que el cuerpo se alimente de aquellas que hayamos acumulado.
Su principal problema es que los resultados son más lentos, por tanto se le tiene poca paciencia, aunque, a diferencia de la proteinada, esta es más equilibrada en cuanto a nutrientes.
Estas son dos de las dietas más comunes, el conocerlas te permitirá tomar una decisión más informada a la hora de seguir alguna.
¡Esperamos te sea de gran ayuda!