Hay muchas razones por las que sentimos la necesidad de comer, si el hambre fuera la única entonces la obesidad no existiría. Como este no es el caso, hoy vamos a hablar de otras razones que no son fisiológicas, por las que tenemos la necesidad de comer.
Hay múltiples factores que pueden desencadenar la la ingesta de comida. Entre ellos encontramos el estado de ánimo, o si estamos aburridos, porque hay comida delante nuestro o simplemente porque el aroma de una plato en especial desencadena el deseo de comer.
Por tanto, para controlar nuestro peso, es importante diferenciar cuando sentimos hambre porque nuestro cuerpo nos pide combustible, o simplemente tenemos apetito, por alguna de las razones que mencionamos.
Este último es más fácil de identificar, ya que, por lo general nos direcciona hacia una comida en particular. Por tanto, para controlar el peso debemos minimizar la ingesta por apetito e priorizar el consumo de alimentos cuando realmente tenemos hambre.
Si seguimos al pie de la letra este consejo lograremos mantener un peso razonable y un balance calórico a lo largo del tiempo que nos aleje de enfermedades relacionadas al peso como la obesidad.
En el caso de que comamos por estrés, ansiedad o sencillamente aburrimiento es importante buscar alternativas para solucionar este problema o lidiar con estas emociones. El saber controlar la ingesta de alimentos es un buen recurso que no se logra fácilmente, pero cuando sí se hace se pueden tener resultados maravillosos. Uno de los más importantes es que nos permite conservar nuestra salud. ¿Vale la pena intentarlo, no lo crees?
En BlogNutrición: Consejos para aumentar la saciedad.
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