Probablemente muchos de nosotros hayamos consumido azúcares alcoholes en muchas ocasiones sin darnos cuenta. Hoy vamos a contarte exactamente qué son y cuáles son sus ventajas y desventajas.
Los azúcares alcoholes se utilizan en la industria alimentaria, los más frecuentes son los que se encuentran en muchos caramelos y chicles, como el xilitol, manitol o sorbitol. Los mismos también son llamados muchas veces polialcoholes.
Estos se consideran edulcorantes calóricos y generalmente se obtienen de otro hidrato de carbono simple, es decir, de la glucosa, la manosa o la xilosa. ¿Para que sirven? Son un reemplazo del azúcar en algunos alimentos industrializados que se comercializan como “dietéticos” o diet. Los mismos no requieren de insulina para metabolizarse, por tanto, no elevan la glucemia rápidamente en el organismo, sino que producen una respuesta mucho más lenta. Es por esta razón que suelen utilizarse en casos de diabetes o para personas con triglicéridos altos en sangre.
Por otro lado, tienen menor poder cariogénico que los azúcares comunes. Esto significa que al consumirlos tenemos menos posibilidad de que se formen caries que en el caso de los azúcares comunes, ya que son menos fermentables por las bacterias de la boca.
Sin embargo, los mismos también tienen muchas desventajas que hacemos bien en considerar. Entre ellas es importante recalcar que la cantidad a consumir está limitada a menos de 50 gramos diarios. ¿A qué se debe esto? Los mismos tienen dificultad para ser absorbidos y por ello, si se consumen en exceso pueden causar malestar gastrointestinal, diarrea y flatulencia.
Por otro lado, en referencia a un azúcar alcohol específico, el manitol, este se metaboliza a través del hígado donde se transforma en fructosa, por eso, puede elevar la glucemia a diferencia del resto de los polialcoholes si no hay insulina. También puede favorecer el aumento de triglicéridos si se consume en exceso. Aunque también debe considerarse que su coste es menor al del resto, por tanto se utiliza en menor medida.
Por último, los mismos proporcionan la misma cantidad de calorías que el resto de los azúcares, por tanto, a pesar de que el organismo los procesa más lentamente, esto no significa que sean útiles para bajar de peso. Lo único que hacen es no elevar bruscamente las glucemias en sangre al ser consumidos.
Los mismos pueden ingerirse a diario siempre y cuando no se abuse de los mismos.
En BlogNutrición: Un poco sobre edulcorantes.
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