Ya estuvimos hablando un poco sobre los alimentos que tienen colesterol y aquellos que favorecen la absorción del colesterol. Ahora vamos a hablar un poco sobre el efecto que las diferentes grasas tienen sobre nuestro organismo.
Dentro de los grupos grasos de una dieta podemos encontrar tres tipos distintos, los cuales afectan de diferente forma al organismo. Por un lado tenemos a los ácidos grasos saturados, así como el colesterol, los cuales son derivados principalmente de alimentos de origen animal, mientras que los insaturados pertenecen más bien a alimentos de origen vegetal.
Tamibén tenemos los ácidos grasos hidrogenados, las famosas grasas trans, los cuales son grasas que han sufrido una modificación química y por tanto, afectan al organismo de forma distinta.
El consumo de grasas saturadas tiene un efecto sobre el colesterol LDL o malo, y un efecto sobre el colesterol bueno neutro. Estas son las grasas «malas» que tapan las arterias y elevan nuestro colesterol haciendo que corramos mayores riesgos de presentar una condición cardíaca.
Por otro lado, los ácidos grasos monoinsaturados disminuyen el colesterol malo y aumentan el colesterol HDL o bueno, favoreciendo la salud del organismo, sobre todo, a nivel cardiovascular. Es por esto que a estas se las llama las «grasas buenas». Los ácidos grasos poliinsaturados tienen efecto neutro sobre el colesterol bueno pero reducen el colesterol LDL.
Por último, las grasas trans, son aún más peligrosas que las saturadas, ya que aumentan notablemente los niveles de colesterol malo y al mismo tiempo reducen el bueno.
Por tanto, es muy importante que controlemos las grasas diarias que consumimos, más aún si estamos acostumbrados a consumir alimentos ricos en las hidrogenadas. Durante el día debemos consumir menos del 2% de grasas trans, menos del 7% de grasas saturadas, 10% de ácidos grasos poliinsaturados y entre 13 y 15% de grasas monoinsaturadas como las que posee el aceite de oliva, por ejemplo.
En BlogNutrición: ¿Qué alimentos poseen grasas trans?
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