Muchos son los factores ambientales que pueden influir en la salud cardiovascular, y entre ellos, los más conocidos son la dieta, el ejercicio, el tabaco y el estrés, aunque entre los menos populares se encuentra el ruido que también puede dañar el corazón.
El ruido es definido como un sonido indeseado por el receptor y molesto que, a largo plazo, puede afectar negativamente al corazón al generar hipertensión arterial y ateroesclerosis, además de trastornos del sueño, cansancio, e irritabilidad.
Aunque nunca lo hubiéramos imaginado, la contaminación acustica no sólo es algo molesto y difícil de controlar, sino que puede significar un incremento en el riesgo cardiovascular sin que lo percibamos.
A largo plazo, la contaminación sonora en el trabajo puede dañar al corazón aunque el afectado no presente síntomas de la enfermedad, por eso, no es un problema menor, sino que merece ser atendido si queremos cuidar nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar el límite máximo sonoro de 65 dB (decibelios), cuando en realidad, muchos trabajadores están expuestos a un ruido que supera este valor.
Un estudio aleman confirma que el ruido incrementa el estrés psicológico y el mal humor, lo cual conduce a un aumento en los niveles de adrenalina y noradrenalina asociados a una mayor presión arterial y a la presencia alterada de lípidos plasmáticos, por eso, a largo plazo, el ruido daña el corazón.
Debemos prestar atención a la contaminación sonora porque esta puede afectar verdaderamente nuestra salud, por ello, sobre todo en industrias y otros ámbitos laborales, es de gran importancia prevenir la misma y reducir el impacto sobre la salud de los trabajadores expuestos al ruido.
Fuente: consumer.es