Habitualmente el arroz blanco está presente en nuestra dieta, mientras que sólo recurrimos al arroz integral cuando intentamos perder peso. Sin embargo, éste último conserva muchas propiedades y micronutrientes debido a que no sufre el proceso de refinamiento industrial después del cual se obtiene el arroz blanco.
Los investigadores de un reciente estudio creen que dicho proceso elimina un ingrediente vital, por lo que, el arroz integral podría mejorar la salud cardíaca.
Un componente del arroz integral interferiría en un proteína asociada a la enfermedad cardíaca e hipertensión por eso, protegería ante estas patologías, además de cuidar a las arterias de la aterosclerosis.
La investigación realizada en la Universidad de Temple de Filadelfia, sugiere que un ingrediente del arroz integral compite contra la angiotensina II, proteína involucrada en el desarrollo de presión arterial elevada y obstrucción de las arterias.
El arroz molido de forma incompleta (Kinmemai) muy utilizado en Japón, podría conservar dicho ingrediente cardioprotector al igual que el arroz integral, por lo tanto, su consumo en reemplazo del arroz blanco, podría ofrecer beneficios extra al organismo.
Además de tener más fibra, vitaminas y minerales, el arroz integral puede ayudarnos a preservar la salud cardiovascular, por eso, siempre que sea posible, escojamos esta opción en reemplazo del arroz refinado.
Fuente: diariosalud.net