Sin dudas las fiestas son un momento en el que la comida abunda y por ende, comemos en grandes cantidades, más de lo normal, o incluso, no comemos en todo el día para «reservarnos» para la gran comida de la noche.
Sin embargo, ésto no resulta una buena idea, sino que culmina perjudicándonos y hasta comemos más si sólo cenamos en Navidad. Por eso, un buen consejo para estas fiestas es disfrutar del evento así como de las cosas ricas y además, comer como un día normal, y no hacerlo como si fuera la última cena.
Si no salteamos comidas estaremos controlando nuestro hambre y además, si pensamos que mañana también podemos seguir comiendo algo rico y nos moderamos en las cantidades, podremos reducir la ingesta de calorías así como el malestar propio de haber comido demasiado en un sólo momento.
Entonces, es importante no desesperar por comer todo y en grandes cantidades, porque no se trata de la última comida de nuestra vida y además, no se siente nada agradable una panza distendida y dolorida tras la masiva ingesta de alimentos.
Por otro lado, si comemos como en un día normal, nuestro nivel de hambre estará bajo control, lo cual evitará atracones y primará la moderación en todo momento.
Asimismo, siempre es bueno pensar antes de comer si verdaderamente tenemos hambre o si comemos porque esta allí delante nuestro y simplemente quiero probar.
Si no tenemos hambre, dejemoslo para mañana, no se irá ni será la última vez que puedo comer algo así.
Son dos sencillos consejos que pueden ayudar enormemente a ser moderados en estas fiestas.
Desde BlogNutrición les deseamos Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo.
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