«Engorde por que tuve 3 embarazos», es una frase frecuente de escuchar que, si bien es posible revertir, tiene su confirmación científica por parte de un reciente estudio.
Tras evaluar a 2923 mujeres jóvenes sin hijos, con peso normal y, en su mayoría, con el secundario incompleto, se concluyó después de 5 años de investigación, que tener hijos incrementa el riesgo de sufrir un aumento de peso, con el posterior desarrollo de obesidad.
Cuando se finalizó el período de investigación, se comprobó que, entre las mujeres que habían tenido hijos, la incidencia de obesidad era de 11.3 por cada 100, mientras que, del 48% que no tuvo hijos durante el tiempo de estudio, la incidencia de obesidad fue de 4.5 por cada 100 mujeres.
Además, se observó que las participantes que habían tenido al menos 1 hijo, tenían un riesgo entre tres y cuatro veces superior de ser obesas, en comparación con las mujeres sin hijos.
Las causas de la asociación no están reveladas en el estudio, no obstante, el mayor estrés, las responsabilidades adicionales, así como el compromiso de alimentar a otra persona, pueden ser factores que influyen en el aumento de peso de las madres, así como la modificación hormonal y metabólica, consecuencia propia del embarazo.
Este hallazgo, puede ser de gran utilidad para enfocar las medidas preventivas de obesidad a este grupo de la población en particular, y sobre todo, para cuidar nuestra dieta, así como todos nuestros hábitos, antes, durante y después de la gestación.
El estilo de vida es fundamental, ya que se comprobó que sólo el 11% de las evaluadas recuperó su peso normal en los siguientes tres años después del estudio. Por lo tanto, si ganamos demasiado peso durante el embarazo, después costará perderlo. Entonces, es fundamental cuidar nuestros hábitos en todo momento, para prevenir los cambios bruscos en nuestro cuerpo.
Fuente: nutrar.com
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