Como bien todos sabemos, llevar una dieta saludable que incluya variedad de alimentos como frutas, verduras, carnes magras, lácteos y cereales integrales, es más costoso que ingerir a diario comida rápida o chatarra. En otros términos, si nos guiamos por los precios más accesibles, terminamos consumiendo alimentos poco nutritivos, escasa variedad de los mismos y casi nada de frutas y verduras. Un estudio confirma esta tendencia.
Investigadores de la University of Washington realizaron un chequeo de precios minoristas en las principales cadenas de supermercados de Seattle y encontraron que los alimentos de bajo contenido calórico y ricos en nutrientes, sobretodo frutas y verduras, eran mucho más caros, caloría por caloría, que los dulces y los «snacks».
Además, el precio promedio de los alimentos bajos en calorías aumento casi un 20% en los últimos dos años. Por el contrario, en el mismo período de tiempo, se reducieron un 2% los precios de la mayoría de las comidas de mayor carga calórica como la manteca, las papas fritas, las galletas y los dulces.
Los resultados de este estudio, que se encuentran publicados en Journal of the American Dietetic Association, muestran la existencia de un obstáculo importante para llevar una dieta saludable. A su vez, según los investigadores, los hallazgos explicarían porque las tasas de obesidad son mayores entre los estadounidenses más pobres.
En la investigación se examinaron los precios de 372 alimentos y bebidas de las cadenas de supermercados Seattle en el 2004 y 2006.
El equipo de investigadores afirma que el incremento del 20% en los alimentos con menos calorías estaría dejando a la comida saludable fuera del alcance de los individuos que más necesitan de ella. Los autores concluyen que el hallar que los alimentos con alto contenido calórico no sólo son más baratos sino más resistentes a la inflación, ayudaría a explicar por qué se continúa observando que las tasas más altas de obesidad se encuentran entre los grupos de menores recursos económicos.
Este hecho, de mayor obesidad en la pobreza, se repite en nuestro país debido a que los individuos de las clases sociales menos pudientes recurren a alimentos «llenadores» y de bajo costo, por lo tanto se escogen alimentos ricos en grasas, carbohidratos y azúcares. Con este perfil de comida, se logra que el presupuesto rinda más, pero se carecen de muchas vitaminas y minerales en la dieta.
Fuente: nutrar.com
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