El ácido oleico es el principal ingrediente del aceite de oliva y constituye una grasa monoinsaturada ampliamente conocida por su renombre debido a las bondades que ofrece para la salud.
El ácido oleico protege al corazón, funciona como antiinflamatorio, reduce las cifras de colesterol en sangre y no sólo son esos los efectos sobre el organismo, sino que, un reciente estudio afirma que el aceite de oliva u otros alimentos que lo contengan ayudan a mantener la sensación de saciedad y así, reduce el tiempo entre una comida y otra.
Los investigadores han observado que cuando el ácido oleico alcanza el intestino se transforma en una hormona, llamada oleiletanolamida, que disminuye el apetito y por lo tanto, controla la ingesta de alimentos.
Es la primera vez que un cuerpo graso está vinculado a la saciedad y por sobre toda las cosas, que puede colaborar con la pérdida de peso, al reducir el apetito y disminuir la ingesta de alimentos.
El hallazgo podría utilizarse para futuros desarrollos farmacológicos y estrategias nutricionales que permitan reducir el peso corporal y hacer frente a la obesidad.
Sin embargo, hoy en día no podemos olvidar esas pequeñas cantidades de aceite de oliva en nuestra alimentación, ya que si bien no lo necesitamos en altas proporciones, sabemos que su consumo puede contribuir grandemente con la salud.
Fuente: nutriguia.com
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