Las grasas son un nutriente esencial en la dieta de los seres humanos, pero siempre es importante diferenciar aquellas que benefician la salud de aquellas otras que se asocian a diversas enfermedades.
Entre las grasas nocivas para la salud, encontramos las de origen animal llamadas grasas saturadas y las famosas grasas trans, que si bien derivan del mundo vegetal, son hidrogenadas y ésto, las convierte en más peligrosas que las grasa saturadas.
Todos sabemos que el excesivo consumo de grasa puede conducir a un mayor riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, pero una nueva investigación ha revelado que el elevado aporte de grasas también puede alterar la función cognitiva.
Científicos estadounidenses han demostrado en animales, que el abuso de grasas en la dieta deteriora la función cerebral cognitiva y pone en severo riesgo la memoria.
Los especialistas piensan que la porción lipídica responsable del deterioro mental podrían ser los triglicéridos, ya que no es el colesterol el que aparece como causante de la alteración cognitiva.
Ésta creencia por parte de los expertos se debe a que cuando las ratas evitaban los triglicéridos, aún sin perder peso, no perdían tampoco habilidad mental.
Sin duda, el excesivo consumo de grasa en nuestra dieta es perjudicial para el organismo todo, pudiendo evitarse gran número de enfermedades si se produce un reducción de las mismas en la alimentación diaria.
Pero ¡ojo!, las grasas no deben ser eliminadas por completo de nuestra dieta, ya que aquellos ácidos grasos esenciales contenidos en aceites vegetales sin cocinar, frutas secas, pescado u otros alimentos sólo pueden obtenerse de la dieta y es necesaria su inclusión diaria en pequeñas cantidades.
Fuente: consumaseguridad.com
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