Hoy vamos a hablar de un alimento sobre el cual ha habido mucha controversia a lo largo de los años: los huevos. Estos han sido en momentos alimentos muy recomendados para mantener la salud y en otros completamente prohibidos. Hoy analizaremos los momentos que ha pasado el mismo y qué tan recomendables son.
Si recordamos, en los años 50 era algo totalmente normal desayunar huevos con jamón e inclusive tenía el sello de nutrición. Esto se creía así porque se había analizado el contenido nutricional de los mismos, cada uno contenía 6 gramos de proteínas, 4 gramos de grasa (incluído el colesterol) y un gramo de hidratos de carbono. Además de una gran variedad de otros nutrientes, como vitaminas y minerales. Debido a esto las personas consumían grandes cantidades de huevos, sin embargo, fue durante estas fechas también que empezó a aumentar la mortalidad por los problemas de corazón. De esta forma los huevos perdieron su popularidad y durante muchos años la Asociación Americana del Corazón recomendó que no se consumieran más de 4 huevos a la semana.
Sin embargo, en los últimos tiempos estudios han demostrado que esto no es así como se cree, ya que está probado que los niveles de colesterol no aumentan en aquellas personas que ingieren un huevo todos los días. Además, también se demostró que los mismos nos ayudan a bajar de peso. Un estudio de la Louisiana State University estudió como mujeres obesas que comían 2 huevos al día durante 8 semanas habían experimentado una perdida de peso significativa y una reducción de la circunferencia de la cadera.
¿A qué se debe esto? Una posible explicación que muchos dan es que el consumir huevos reduce el apetito por lo que limitamos más el consumo de alimentos. Sin embargo, esto no quiere decir que podemos consumir huevos indiscriminadamente y cocidos de cualquier forma, sino hacerlo de forma moderada y evitar hacerlos fritos.
Tener en cuenta estos puntos puede significar un gran cambio para nuestra salud, ¿no crees?
Nada con exceso y todo con medida!