Es normal que cuando nos lastimamos en la playa nuestra primera reacción sea mojarnos con el agua del mar, por sus propiedades curativas. Esto es lo que siempre se ha recomendado e incluso hay personas que van con este único objetivo.
El mar tiene altas cantidades de minerales, especialmente de yodo, el cual es un mineral que ayuda mucho a la hora de cicatrizar heridas.
El agua de mar también es de gran ayuda para eliminar todas las impurezas acumuladas durante el año. Éste tiene un gran aporte mineral que nos ayuda a cargar los electrolitos del cuerpo y a sentirnos mejor. Desde el punto de vista nutritivo, mejora mucho el estado de nuestra piel, debido a esto la curación y desinfección de la misma es mayor.
Sin embargo, bañarse en el mar con heridas no siempre es lo más recomendable. Si se trata de heridas superficiales, el mar sí ayuda, el agua marina acaba con las bacterias y microorganismos que puedan estar causándonos una infección. Además, ayuda a que la regeneración celular sea mayor y a que el proceso de cicatrización se acelere. El mar también es bueno para el acné y otros trastornos que involucran la piel.
Sin embargo, es importante recordar que el mar también tiene su propia carga de microorganismos que pueden afectar las heridas y causar infección si se trata de heridas profundas y graves.
Si bien los baños de mar son recomendables en muchos casos, no son la solución a todas las infecciones. Determinadas infecciones requieren de tratamiento médico, ya que se necesita de una asepsia el agua salada no tiene.
Por tanto, dependiendo del tipo de herida que tengamos es importante considerar si será conveniente bañarse en el mar o no. Si lo que tenemos son laceraciones superficiales entonces el mar es lo mejor ya que dejará nuestra piel sana y limpia, por otro lado, si las heridas son profundas, entonces lo mejor será no meternos en el agua.
Fuente: www.vitonica.com