El problema de la exposición al televisor parecía ser cosa de grandes, sin embargo, el problema se perfila hacia los más pequeños de la familia que aún no han comenzado la escuela y que asisten al jardín en un sólo turno diario.
Un reciente estudio estadounidense evaluó a los centros de cuidado infantil y guarderías, analizando el tiempo que los niños pequeños pasan frente a la tele mirando películas o canales de aire y cable.
Mientras las asociaciones pediátricas recomiendan no exceder las 2 horas diarias de exposición a la televisión, los resultados de la investigación muestran que los niños en edad preescolar pasan alrededor de cuatro horas diarias frente al televisor, lo cual excede las recomendaciones notablemente y por supuesto, resulta perjudicial para los pequeños.
Generalmente no se admiten la cantidad de horas reales que los niños pasan frente a la televisión, sobre todo, por parte de los cuidadores, mientras que por su lado, los padres suelen desconocer la situación.
Mientras tanto, los niños pasan largas horas con una «niñera electrónica» que puede traer restrasos en el desarrollo del lenguaje, problemas de atención y agresividad y hasta sobrepeso u obesidad.
Además, mientras los niños pasan tiempo frente a la tele, pierden esas horas para desarrollar habilidades sociales y de juego que contribuyen a su integral crecimiento.
Por eso, más que prestar atención, se deberían limitar al máximo las horas de televisión en los niños y ocupar ese tiempo en actividades más fructíferas y valiosas para esa etapa de la vida.
No sólo puede limitar un desarrollo favorable, sino que puede perjudicar la salud del niño. Por eso, es momento de que padres y adultos cuidadores tomemos en cuenta la tele para favorecer el crecimiento de los más chicos.
Fuente: pro-salud.com
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