En invierno, cuando todavía el frío se hace sentir o en verano, cuando podemos consumir una sopa fría y necesitamos hidratarnos bien, es de gran utilidad ingerir sopas, sobre todo, si deseamos perder peso.
Las sopas son preparaciones ricas en agua y con nutrientes diversos según los ingredientes que usemos para su elaboración, por esa razón, son una opción nutritiva, pero que aporta pocas calorías y mucha saciedad gracias a su elevado contenido acuoso, por lo tanto, son una gran ayuda para adelgazar.
Además, son fáciles de preparar, económicas y versátiles, ya que podemos consumir sopas frías y calientes, dulces y saladas, de diferente ingredientes y por ende, con distintos nutrientes.
Las sopas puede elaborarse con poca grasa y además, tienen la capacidad de ser fácilmente de baja densidad calórica, es decir, que aportan más volumen que calorías y por ello, contribuyen a perder peso.
En invierno, contribuyen a saciarnos y aportan calor y sabor, mientras que en verano, calman el apetito al mismo tiempo que pueden refrescarnos e hidratarnos.
Por todas éstas razones, sólo tenemos que usar la creatividad en la cocina y hacer uso de las sopas para llevar una dieta sana, llenadora y que contribuya a adelgazar sin hambre.
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