La publicidad y la oferta gastronómica es, sin duda, gran parte del problema de la obesidad en la actualidad, y aunque nosotros tenemos la última palabra y en los comercios no decidan que vamos a comer, si las ofertas son atractivas y no incluyen productos saludables, en nada colaboran con la lucha contra el exceso de peso.
Es decir, se ha comprobado mediante un estudio realizado en Nueva Zelanda, que los consumidores pueden ser arrastrados por las ofertas de los supermercados a comprar productos con exceso de azúcar y bebidas ricas en calorías, lo cual, por supuesto en nada colabora con una dieta sana que revierta o al menos no aumente el exceso de peso.
La investigación no sólo encontró que los supermercados incluían productos ricos en azúcar y grasas en agresivos descuentos y promociones, sino que las bebidas más saludables, por ejemplo, se incluyen en menor medida en los descuentos y, en líneas generales, el porcentaje de descuento es superior en productos con más contenido de grasas, azúcar y calorías.
Durante el estudio se evaluaron alrededor de 1500 productos en descuento durante un mes, de los cuales encontraron que sólo un 15% de las bebidas no alcohólicas que protagonizaban ofertas podrían clasificarse como saludables, entre las que se incluían agua, leche descremada y bebidas de soja sin grasa.
Éste tipo de promociones pueden empujar a los consumidores a elegir productos poco saludables a causa del dinero que desembolsan en su compra. Por eso, con la finalidad de frenar el aumento de peso y no favorecer la obesidad, sería oportuno que los productos con menos calorías, azúcares y grasas sean protagonistas de una gran número de ofertas y que el porcentaje de descuento sea el mismo para todos los productos de un mismo rubro.
Ésta estrategia podría colaborar con la adopción de una dieta más saludable y así, estaríamos dando un gran paso en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad.
Fuente: yahoo.com
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