La piel es la principal barrera de protección ante los agentes extraños, ya que constituye el primer escudo con el que se encuentran los microorganismos del ambiente externo.
Ésta barrera, necesita de cuidados especiales durante la temporada de invierno para que no pierda su función protectora, ya que el frío, el viento, la humedad, el sol y los cambios bruscos de temperatura así como la sequedad que producen las calefacciones, alteran la fisonomía de la piel.
Es fundamental cuidar la piel en invierno, y para ello, es imprescindible conservar el equilibrio entre el agua que el organismo recibe y el que evapora diariamente. Además, para mantener la integridad de la piel, se requiere de 3 cuidados básicos:
- Limpieza: Realizar por la mañana y por la noche una limpieza facial que permita eliminar bacterias, grasa, células muertas y demás impurezas.
- Hidratación: Después de la limpieza, es fundamental aplicar un hidratante para brindar elasticidad a la piel y prevenir el envejecimiento. Asimismo, ingerir suficiente agua y alimentos ricos en ésta, es fundamental para la salud de la piel.
- Protección de los rayos UV: Durante todo el año el sol irradia y por ende, todo el tiempo debemos protegernos de los rayos UVA, ya sea controlando la exposición al mismo o aplicando protectores solares.
Además de todo ésto, es fundamental llevar una dieta equilibrada, rica en antioxidantes como vitamina C (cítricos, pimiento), vitamina E (nueces, aceites vegetales), selenio (frutas secas) y demás frutas y verduras que contribuyen por su contenido acuoso a conservar la integridad de la piel.
Más información: pro-salud.com.ar
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