A partir de los 4-6 meses de vida, los niños comienzan a incorporar sus primeras comidas y aquí, debido a su escaso desarrollo, se hace imprescindible el procesado de los alimentos para lograr una «papilla».
Sin embargo, a medida que los niños crecen en edad, también necesitan desarrollarse, y dar comidas muy trituradas o excederse en el uso de los puré, puede interferir en el desarrollo de la musculatura cráneo facial al no permitir la masticación.
Hoy en día, es mucho más fácil dar de comer papillas a los niños, porque de esta forma comen más rápido y van pronto a la cama, asegura Elena Barbería, experta en odontopediatría. No obstante, brindar de manera excesiva alimentos triturados puede afectar los dientes del niño y la estructura cráneo facial cuando se acostumbra a alimentarlos de esta manera hasta edades cercanas a los 5 años.
«Antes no existían batidoras ni procesadoras tan sofisticadas, por lo que los padres daban a sus niños lo que podían y no se trituraba tanto la comida, pero en la actualidad, ésto es un verdadero problema», insiste la doctora.
Masticar es un ejercicio necesario, ya que así como si no hacemos deporte la musculatura no se desarrolla, con la boca sucede lo mismo. Si no se mastica, no se desarrollan los músculos ni crecen los huesos cráneo faciales.
Es indispensable saber cuándo es el momento oportuno para que los niños comiencen a incorporar cada vez más sólidos y así, exigirles movimientos bucales y de masticación para favorecer su desarrollo.
Fuente: yahoo.com
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