La diabetes es una enfermedad crónica, lo cual indica que no tiene cura y una vez que se presenta, acompaña a la persona durante toda su vida. Sin embargo, la diabetes sí permite su control y si ésto se logra, se previenen las consecuencias de la enfermedad que verdaderamente empeoran la calidad de vida del paciente.
Las principales complicaciones de la diabetes pueden ser amputaciones de piernas, ataques cerebrales y de corazón, insuficiencias renales, neuropatías y ceguera. Pero todas éstas consecuencias de gran severidad pueden evitarse si se tiene bajo control la enfermedad.
Según el doctor José Ramón Calle, Endocrinólogo de un Hospital de Madrid, 6 de cada 10 individuos con diabetes que controlan su glucosa en sangre, su presión arterial, el colesterol, el peso corporal y evitan el tabaco, pueden evitar las complicaciones antes dichas.
El tipo más prevalente hoy en día es la diabetes tipo 2, más vinculada a la obesidad y el estilo de vida, por eso, su control también depende de éste y llevar una vida activa, aocmpañada de una dieta equilibrada, permite mantener en niveles adecuados la glucemia, por ende, las probabilidades de sufrir las consecuencias de las hiperglucemias constantes se reducen notablemente.
Quienes padecen la enfermedad deben tomar conciencia de que si no se cuidan y modifican hábitos para controlar su enfermedad, su calidad de vida podrá empeorar gravemente, a tal punto que pueden sufrir incapacidades verdaderamente limitantes.
Entonces, lo ideal es controlar no sólo la glucosa en sangre, sino otros parámetros que también influyen en la salud del diabético como son la hipertensión arterial, el colesterol, el tabaquismo, la actividad física, el peso corporal, entre otros.
Claro está que no necesitamos tener en mente todo ésto para poder controlarlo, sino que sólo con llevar una vida sana y activa, será suficiente para controlar simultáneamente todos estos factores y prevenir complicaciones.
Fuente: yahoo.com
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