Hoy queremos hablar sobre un problema muy común, especialmente en el caso de los deportistas, se trata de los calambres, es decir pequeños espasmos involuntarios de los músculos, no muy graves pero sí bastante dolorosos. En esta serie de notas vamos a contarte por qué tienes tendencia a sufrirlos y de que forma podemos prevenirlos. Son consejos prácticos, fáciles de seguir, ¡presta mucha atención!
Vamos a comenzar respondiendo por qué es que los sufrimos, existen muchas teorías sobre esto, uno de los últimos estudios publicados en el British Journal of Sports Medicine menciona que se deben a la deshidratación, la falta de electrolitos (asociada a la deshisdratación) y la alteración del control neuromuscular. Debemos tener en cuenta que después de un entrenamiento intenso, el cuerpo no es capaz de absorber la cantidad de oxígeno necesario para proceder a la oxidación de la glucosa, como consecuencia, acumula ácido láctico que da lugar al calambre muscular.
La eliminación del magnesio y el potasio a través de la sudoración podría producir calambres, ya que estos participan en los movimientos de contracción y relajación de los músculos. Aunque, para que tengamos calambres la pérdida de agua debería ser masiva. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad y puedas lograr grandes resultados, ¡suerte!