Ante la presencia de unos kilos de más o de una enfermedad tal como es la obesidad, la fórmula utilizada para perder peso se encuentra conformada por una dieta baja en calorías y por la práctica de actividad física.
No obstante, existen dietas comerciales a las cuales se recurre en momentos desesperados, donde queremos adelgazar rápidamente, que brindan muy pocas calorías, menos de 1000 por día y éstas deben conocerse en profundidad y manejarse correctamente, ya que pueden significar una amenaza para la salud.
Las dietas severamente hipocalóricas o muy restrictivas sólo deberían manejarse por un profesional conocedor del tema, porque su escasa cantidad de energía así como de alimentos, puede ser la causa de déficits nutricionales que culminan ocasionando severos problemas de salud.
Por eso, debemos saber que este tipo de dietas deben estar cuidadosamente elaboradas para que no pongamos en riesgo la salud y, al mismo tiempo, requieren de supervisión profesional.
También debemos tener en cuenta que no es necesario recurrir a este tipo de dietas, exceptuando casos de obesidad mórbida o severa en donde el exceso de peso pone en severo riesgo la salud y se requiere de un adelgazamiento urgente.
En otros casos, siempre es más saludable perder peso de manera lenta y gradual, ya que de esta forma evitamos carencias nutricionales, el enlentecimiento del metabolismo y el potencial efecto rebote que siempre viene aparejado a las dietas muy restrictivas, que además, son difícil de sostener en el tiempo.
Lo mejor en todos los casos es recurrir un profesional que elabore un plan alimentario acorde a nuestras necesidades, equlibrado y seguro para nuestra salud.
Sólo de esta forma y realizando actividad física de manera regular, la pérdida de peso será efectiva y podrá mantenerse con el paso del tiempo sin implicar riesgos para la salud.
En BlogNutrición: ¡Cuidado con las dietas milagro!