Hace poco estuvimos hablando sobre la miel de azahar, analizando todas sus propiedades y beneficios, hoy queremos hablar sobre la miel pero la común y corriente, ya que esta también tiene muchísimo para aportarnos y es un excelente sustituto del azúcar. A continuación te contamos cuáles son algunos de sus principales atributos, de forma que puedas comenzar a incluirla en tu dieta diaria.
Como todos sabemos, la miel se extrae de las flores, y el proceso de elaboración tiene lugar en el interior del organismo de la propia abeja. Cuando la misma es retirada tiende a ser fluida, aunque con el paso del tiempo se compacta y adquiere un color algo más claro. Esto es muy importante a tener en cuenta, ya que, la miel cristalizada es un indicador de su pureza, aunque, debes tener en cuenta también que el exceso de calor hace que pierda buena parte de sus virtudes y propiedades.
Entre sus propiedades se destacan la gran cantidad de nutrientes que nos aportan, como las vitaminas A, C, D, B1, B2, B3, B5 y B6; y en minerales y oligoelementos como el cobre, magnesio, hierro, fósforo, potasio, azufre, calcio, manganeso, sodio y yodo, entre muchos otros. Además, tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que es excelente a la hora de calmar el dolor y la hinchazón.
Por otro lado, es un alimento de fácil asimilación, promoviendo la absorción de calcio en el organismo y el magnesio en niños en edad de crecimiento. Para terminar, junto con el limón es uno de los remedios caseros para la gripe y el resfriado más populares y efectivos. Sin duda podemos obtener muchísimo de este alimento, te animamos a comenzar a consumirlo, no te arrepentirás!
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