En la nota anterior comenzamos a dar consejos para la espalda, uno de los grandes problemas de nuestros tiempos. Hoy queremos seguir hablando sobre esto, continuamos con la serie de ejercicios que habíamos propuesto, ya vimos el calentamiento y los ejercicios iniciales, vemos como continúa.
El ejercicio que practicaremos ahora es para estirar los hombros, haz círculos todo lo amplios que puedas con tus hombros, primero hacia adelante y luego hacia atrás. Verás como simplemente con esto la tensión de la espalda va desapareciendo. A continuación, haremos flexiones de rodillas, para esto debes colocarte tumbado en el suelo boca arriba (mejor con colchoneta), flexiona una rodilla y llévala hacia tu pecho. Mantén la posición unos segundos y vuelve a la postura inicial. Repite con la pierna contraria. Haz el ejercicio 10 veces con cada una de ellas y termina repitiéndolo con ambas piernas a la vez.
Para el siguiente ejercicio mantenemos la misma posición, con los brazos extendidos a lo largo del tronco y las rodillas flexionadas (plantas de los pies apoyadas en el suelo), eleva la pelvis hasta donde puedas, descargando el peso del cuerpo en pies y hombros. Desciende lentamente a la postura inicial. Repite cinco veces. Después, desde la misma posición y con las rodillas flexionadas y juntas, déjalas “caer” primero a derecha y luego a izquierda (tu cintura girará con suavidad).
Para terminar es fundamental que no olvides estirar, colócate boca abajo, apoya en el suelo las palmas de las manos a la altura de los hombros e intenta elevar el tronco lo que puedas (sin despegar la pelvis). No fuerces, hazlo solo hasta donde llegues, aumentando la intensidad de manera progresiva. ¡Y listo!
Estos eran los ejercicios que teníamos para compartir, seguirlos nos ayuda a cuidar mejor de nuestro cuerpo, ¡esperamos que esto te sea de gran utilidad!