El aceite de oliva es, sin dudas, uno de los condimentos más sabroso de nuestra cocina. ¿Es bueno consumirlo? ¿debemos usar mucho o no? ¿hay diferentes tipos, por qué? Estas son algunas de las preguntas que frecuentemente nos hacemos sobre este noble aceite, y la verdad es que sí debemos consumirlo, pero no en exceso. Las grasas vegetales han de incluirse en toda dieta equilibrada, pero no en exceso.
No todos los aceites son iguales, aunque tienen el mismo valor calórico (9 Kcal/g). Las grasas vegetales se componen de tres tipos de ácidos grasos: monoinsaturados (sobre todo en el de oliva), poliinsaturados (en los de semillas, tales como girasol, soja o maíz) y saturados (el aceite de coco y el de palma).
Los ácidos grasos saturados son los menos saludables, los ácidos grasos monoinsaturados son los que más colaboran en la prevención de enfermedades cardiovasculares, pues aumentan los niveles en sangre del colesterol HDL o «colesterol bueno». Aunque siempre hay que buscar un equilibrio en su uso.
El aceite de oliva es el más caro en el mercado, por este motivo los alimentos que usualmente compramos ya preparados no lo contienen. Recomendamos, entonces, comprarlo para utilizarlo en vuestra cocina.Te contamos las ventajas que tiene el aceite de oliva:
- Es el único que tiene un importante efecto antioxidante (los demás aceites han de ser refinados para mejorar el sabor, proceso en el que se pierden esta propiedad).
- Tiene un aroma y sabor más intenso que otros aceites, con lo que requiere utilizar menos cantidad para aliñar otros alimentos.
- Al freír, aguanta más temperatura que otros aceites (210º frente a 180º), antes de degradarse y producir sustancias perjudiciales.
- Además, según recientes investigaciones, el aceite de oliva modera el apetito.
Ahora, te contamos que hay diferentes tipos de aceite de oliva:
Aceite de orujo de oliva: Extraído a partir del orujo (el residuo de la aceituna), aconsejamos no consumirlo.
Aceite de oliva: Obtenido refinando aceite de oliva de mala calidad, al que se le añade cierta cantidad de aceite de oliva virgen para dotarle de cierto sabor, olor y color. Sólo nos parece adecuado para freír, pero no para aliñar.
Aceite de oliva virgen: Sin ningún proceso químico, solamente procedimientos mecánicos, es un estupendo aceite, para su consumo crudo y para cocinar.
Aceite de oliva virgen extra: Se trata de un aceite de oliva virgen que, al ser obtenido en óptimas condiciones (aceitunas en perfecto estado, lavadas y molturadas el mismo día de la recolección y extraído el aceite a baja temperatura), ofrecen en un análisis sensorial un sabor y olor irreprochables. Por supuesto, este aceite es perfecto para cualquier uso, pero por tener un precio superior, se suele utilizar sólo para consumirlo en crudo.
Esperamos que os haya gustado la nota, nos gustan tus comentarios y sugerencias, gracias.