La comida no sólo tiene la función de nutrirnos y darnos placer, sino además, de permitir un momento para compartir y crear vínculos, por eso, un estudio realizado recientemente confirma que comer juntos mejora la relación de pareja.
Según los encuestados, las parejas que comparten la mesa al comer permanecen más años juntas, y gozan de beneficios tanto a nivel de la salud de su organismo como en la vida personal y profesional.
El estudio realizado a nivel mundial sobre la importancia de compartir el tiempo de las comidas demuestra que a su vez, este acto cotidiano mejora la vida sexual de los integrantes de la pareja.
El comer juntos sentados a la mesa solidifica vínculos, por eso, se traduce en mayor confianza, más diálogo y mejor relación personal.
Además de crear un espacio pacentero con la pareja, el hecho de comer juntos es un momento para relajarse, disfrutar y por qué no, crear hábitos saludables así como dialogar sobre cuestiones cotidianas.
Compartir la mesa y el momento de la comida es poder disfrutar de un momento de diálogo no sólo con nuestra pareja, sino también, con nuestros hijos.
El estudio demuestra que el acto de comer va mucho más allá de la nutrición, porque también tiene una fuerte influencia social y debemos rescatarla.
Fuente: nutriguia.com
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