Siempre se ha estudiado la relación entre la fe y la salud, pero hasta el momento sólo se obtuvieron diferentes resultados.
Sin embargo, una nueva investigación concluye que tener una creencia religiosa mejora la salud y ayuda a aumentar la esperanza de vida tanto como la actividad física y el uso de fármacos para reducir el colesterol.
El estudio realizado en Barcelona señala que en promedio, la persona que tiene fe y posee una creencia religiosa, vive entre 3 y 5 años más.
La comparación del efecto de la religión sobre la salud con el ejercicio y la farmacoterapia, no significa que debemos suplantar con fe la actividad física o las medicinas, sino que muestran el gran impacto que puede tener sobre la salud poseer una creencia religiosa.
Según los investigadores, la fe ayuda a reducir el estrés emocional, controla síntomas de enfermedad y mejora la adherencia a tratamientos asi como la calidad de vida de la persona.
Además, por lo general las personas con creencias religiosas se cuidan más y tienen menos conductas de riesgo para la salud, por ende, no sólo la fe mejora la salud mental, sino también, la salud física.
Confiar en alguien superior y tener fe, mejora en muchos aspectos nuestra salud y por ende, ayuda a vivir más y mejor.
Fuente: eluniversal.com.mx