Las cifras de obesidad no dejan de crecer en Argentina sin discriminar por edades, posición económica o raza, sino que parece ser el denominador común de todas las sociedades del mundo.
Aún con todas las estrategias puestas en marcha, no se logra frenar esta tendencia, aunque parece existir una esperanza extra: la escuela y sus clases de educación física, ya que ha demostrado ser una herramienta clave para revertir el avance del sobrepeso en los chicos argentinos.
Dos recientes estudios bonaerenses sugieren que sumar unas pocas horas de educación física a la semana e incrementar la intensidad de las actividades, pueden ser de gran ayuda para combatir el sedentarismo y así, revertir la creciente obesidad en los niños.
Los estudios fueron realizados en escuelas y se halló que una o dos clases extra de educación física a la semana ya serían suficientes para mejorar el estado físico de los chicos y mantener en ellos una apropiada composición corporal.
En una de las investigaciones se evaluó cuál fue el impacto en 400 niños de sumar clases extracurriculares de educación física y se comprobó al cabo de dos años que quienes realizaban más actividad física tenían mejor desarrollo físico y motor y una reducción del 21% en su grasa corporal, lo cual es de gran ayuda para prevenir la obesidad desde pequeños.
Los expertos consideran que el ámbito escolar es el ideal para incrementar la actividad física, ya que el 96% de los niños de edad escolar asisten al establecimiento y por ello, llegarían los beneficios del aumento de ejercicio a la mayor parte de la población infantil.
Sólo el 30% de la actividad que realizan los niños tiene lugar en la escuela, por eso, si éste porcentaje asciende al 50% tendría mayor valor para combatir el sedentarismo y prevenir el sobrepeso en los más pequeños, en quienes definitivamente debemos poner atención si queremos frenar el crecimiento de la obesidad en el país.
Fuente: lanacion.com
En BlogNutrición: Poco tiempo de Educación Física en las escuelas