En nuestra sociedad parece ser que cada vez que nombramos la palabra ensalada hablamos de dieta. y que si decimos que almorzamos una ensalada estamos diciendo que comimos algo liviano. Sin embargo, no siempre una ensalada es liviana y además, las ensaladas no indican que estamos
intentando perder peso.
Una ensalada, es un conjunto de ingredientes mezclados que no siempre son hortalizas o frutas, sino que últimamente vemos en ellas, además de crujientes y frescos vegetales, carnes, lácteos, pan y hasta pasta, lo cual indica que una simple ensalada que suena a «alimento dieta» puede constituir una comida completa tal como un plato de tallarines con salsa.
La tradicional ensalada de lechuga y tomate sí es una preparación liviana, con pocas calorías y alto volumen, pero si en una ensalada conjugamos, pollo, pan frito, queso en escamas, tomate, palta y palmitos, tendremos más calorías que volumen, lo cual desmiente que la ensalada sea un «alimento dieta».
Además, una ensalada puede ser un plato completo y equilibrado, si en ella conjugamos alimentos ricos en proteínas, hidratos y grasas en cantidades adecuadas.
Por otro lado, debemos despejar la asociación de ensalada con dieta, porque muchas de ellas son extremadamente calóricas y si pensamos que se trata de un alimento liviano, podemos recurrir erróneamente a ellas para adelgazar.
Por supuesto, ésto no quiere decir que no debemos comer ensaladas, sino que, como se trata de una mezcla confusa de ingredientes, dependerá de éstos si es un plato bajo en calorías o no.
Entonces, lo que debemos hacer es prestar atención a los ingredientes de las ensaladas que consumimos, ya que algunos alimentos como quesos, pan frito o crema de leche en los aderezos, pueden incrementar notablemente las calorías del plato.
En BlogNutrición: Las ensaladas ¿espantan?