El balance calórico positivo determinado por una ingesta de calorías superior a las que se gastan, es el detonante del aumento de peso, y dentro del consumo calórico, encontramos fuentes alimenticias sólidas y líquidas.
Cuando se trata de perder peso, generalmente prestamos atención a lo que comemos sin dar mucha importancia a lo que bebemos. No obstante, investigadores del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health señalan que el adelgazamiento está positivamente asociado con una reducción en la ingesta de calorías líquidas y que éstas, tienen un impacto más fuerte en el peso corporal que las procedentes de alimentos sólidos.
Alimentos sólidos y bebidas, son fuentes de calorías y ambos se asocian con el cambio de peso, pero con sólo reducir las calorías que bebemos se puede obtener un pérdida de peso significativa.
Reducir la ingesta de calorías provenientes de los líquidos se asocia a una pérdida de peso de 250 gramos a los 6 meses y de 240 gramos a los 18 meses, mientras que la reducción del consumo de bebidas azucaradas puede disminuir en medio kilo el peso corporal a los 6 meses y en 700 gramos a los 18 meses.
Los investigadores evaluaron varias bebidas, de las cuales, las azucaradas fueron las que mayor influencia presentaron en el peso corporal.
Además, se comprobó que la ingesta de calorías líquidas se ha aumentado junto a la epidemia de la obesidad, por lo que su reducción puede significar de gran ayuda para prevenir o revertir el exceso de peso que caracteriza a la sociedad de hoy en día.
Recordemos que las calorías no sólo derivan de aquello que comemos como alimentos sólidos, sino que las bebidas pueden aportar gran parte e incrementar significativamente las calorías de la dieta.
Fuente: yahoo.com
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